«He sabido con dolor que ha habido víctimas durante las protestas surgidas en los últimos días en Kazajistán», ha señalado Francisco en relación a los peores disturbios en 30 años en el país, que dejan decenas de muertos y casi detenidos, muchos de ellos, extranjeros.
Tras rezar el ángelus de este domingo, el Pontífice ha asegurado su oración «por ellos y por sus familiares». Además, ha pedido «que se reencuentre lo antes posible la armonía social a través de la búsqueda del diálogo, de la justicia y del bien común», que también ha confiado a «la protección del pueblo kazajo a la Virgen Reina de la paz de Oziornoje».
Decenas de personas han muerto y varios edificios públicos han sido incendiados durante la última semana en las protestas en todo el país, lo que ha provocado que el presidente kazajo emitiera órdenes de disparar a matar para poner fin a los disturbios.